domingo, 27 de marzo de 2011

LOS NUEVOS PARADIGMAS PARA LA INCLUSIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD

El 21de marzo se conmemoró el Día mundial del Síndrome de Down y el 2 de abril, se hará lo mismo con la Concienciación sobre el Autismo. Dos jornadas entre tantas establecidas para trabajar en la prevención, la difusión, los derechos y garantías de las personas involucradas.

A partir del establecimiento de fechas a nivel mundial que hablan de personas con discapacidad, se avanza sobre la integración que merecen de hecho y por derecho.
La ley 24.231 determina que los organismos públicos deben incorporar el cuatro por ciento del total de sus empleados a estas personas y abarca a los privados, pero en este caso el cumplimiento es excepcional.
Así dijo el titular de la Dirección Municipal de Discapacidad, Emilio Nicolai, quien explicó, respecto de la inclusión laboral “cuando ingresé en el Municipio se implementó el ingreso cero, es decir, que no se toman empleados. Por esta razón, no hemos podido tomar personas con discapacidad, aunque la Municipalidad está muy cerca de cumplir con el cuatro por ciento requerido”.
Agregó que en casi todas las áreas municipales se desempeñan personas con discapacidad, “de manera que estamos cumpliendo” y señaló “hemos puesto el acento en áreas como el estacionamiento medido: sólo ingresan personas que acreditan su discapacidad”.


En cuanto a cómo se posiciona Gualeguaychú en esta cuestión, el funcionario sostuvo: “Veo que el tema está más en la agenda. No estamos en el ideal, pero sí en camino. Esta pauta la da el eco que tuvo la propuesta bajada desde la Nación para los emprendimientos turísticos, de ampliarlos para discapacitados”.
Aquí aludió a la convocatoria realizada al comenzar febrero por el Consejo Mixto de Turismo, junto con el Ministerio de Turismo de la Nación y la Secretaría de Turismo de Entre Ríos para la presentación del “Programa Directrices de Accesibilidad en Alojamientos y Servicios Turísticos”.
El programa tiene una duración de seis meses y está orientado a empresarios vinculados al turismo que deseen instrumentar las recomendaciones contenidas en las Directrices a fin de certificar calidad en accesibilidad. En este sentido, aquellos que certifiquen serán incluidos en el programa y el Ministerio de Turismo de la Nación, que será el encargado de la promoción directa, mediante un “Manual de Distinguidos”, una vez que el establecimiento haya obtenido la certificación.


También Nicolai compartió su impresión respecto de la inclusión escolar (él es docente en la Escuela Especial Nº 2 “Francisco Rizzuto”). “La inclusión es muy fuerte, pero sucede que a las maestras les cuesta, porque no todas están preparadas para recibir un chico especial, porque cuando estudiaron, no les enseñaron a trabajar con la discapacidad”
En el área que dirige funciona la colonia de vacaciones para personas con discapacidad “que este año tuvo un vuelco fundamental porque pudimos hacerla en playas públicas. Samba la playa y Parador Uno cuentan con sillas de ruedas, rampas, sillas para ingresar al agua, sanitarios acordes, menú en Braille, es decir, una serie de beneficios para hacer accesibles las playas”.
En este punto acotó que Eduardo Bassini redactó la carta en Braille para varios restaurantes, además de los carteles pedidos por un hotel y los que se adosarán a la señalética urbana y que en breve, comenzará a desempeñarse una intérprete en lengua de señas en los actos municipales.


  Responsable y prolijo


Francisco Luján trabaja desde fines de 2009 en la carpintería de la Dirección de Espacios Verdes. Llegó proveniente de la Asociación Síndrome de Down y se ocupa de lijar y pintar. “Trabajos en los que se desenvuelve muy bien”, de acuerdo a lo valorado por Marcelo García, a cargo del área por licencia de su titular, Emilio Montefinale.
“Francisco se ha adaptado muy bien a los compañeros de trabajo”, agregó García y destacó que “la semana pasada estuvo de vacaciones y nos dijo que nos extrañó”.
También ellos se adaptan y aprenden “de lo buen compañero que es, de su responsabilidad y cumplimiento en horarios y trabajos que se le encargan”.
“No falta nunca, a menos que esté enfermo. Y como le gusta el trabajo, viene siempre con mucho entusiasmo”, sostuvo García.
Por su parte, Francisco contó que él pidió trabajar, así como que le gusta la carpintería. “Soy prolijo. Así que me pueden encargar trabajos”, relató.
Agregó que al tener un sueldo puede darse gustos como comprarse cosas ricas (“pero que engordan”, le dijimos y se rió mucho) y también ropa. 
Sin esperar la pregunta, afirmó “la gente de acá es buena” y agregó que en su casa colabora con sus hermanos Daniel, Román y Juan Pablo. 
A la pregunta de qué deben hacer quienes como él quieren integrarse a un trabajo, respondió: “Que sean buena gente, que se preparen, que sean prolijos con lo que hacen y con su forma de presentarse”, pautas que para él son de mucha importancia.


Los nuevos paradigmas



Desde la Fundación INCLUIR Pablo Recchia señaló “tenemos una bisagra desde que se implementó la Ley 26.378 (sancionada el 21 de mayo de 2008 y promulgada el 6 de junio de ese año) por la que Argentina dio fuerza de Ley a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo (aprobados mediante resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 13 de diciembre de 2006) y a partir de ese momento, se trabaja con la persona con discapacidad como sujeto de derecho y no sólo en la terminología, ya que ahora hablamos de “persona con discapacidad” porque ya no se aceptan las expresiones “capacidades diferentes” o “capacidades especiales”, que se destierran porque se habla de sujeto de derecho, con su nombre y apellido y la discapacidad”. 
Trayendo el tema a Gualeguaychú, consideró “me parece que hemos avanzado mucho: las agendas políticas se están traduciendo en acciones y la educación especial se está adaptando a los nuevos paradigmas, a través de resoluciones provinciales, con una reconversión de la escuela tradicional para que ésta se convierta en escuela integradora”.


“Ahora bien -observó- están las escuelas que reciben a los niños y siguen pidiendo más capacitación, más recursos humanos o más herramientas. Todas las acciones son positivas, pero estamos bloqueados cuando las escuelas piden mayores elementos para recibir este trabajo de la diversidad”.
Ante el planteo de cómo debe ser la inclusión de las personas con discapacidad, más allá de las rampas, contestó: “Nosotros estamos apuntando a la accesibilidad universal. Que la persona como sujeto de derecho se vea como persona. Que se vea eso y no su discapacidad. En lo arquitectónico, apuntamos al acceso universal: un plano inclinado -ya no la rampa- es accesible para todos, y en cuanto a las barreras sociales, proponemos ir cambiando culturalmente la mirada bajo esos nuevos paradigmas”.



¡Todos a la escuela!

Restaba saber cómo estamos respecto de la inclusión en educación, cuestión que ha sido tocada por varios de los entrevistados.


Marcia Etchart (supervisora de Escuelas Primarias junto a Gabriela Martinelli, María Delia Lema, Alejandra Zapata y Claudia Medrano) recordó que cuando asumieron, en 2008, “ya se incluía chicos en las escuelas, provenientes de institutos privados y escuelas estatales”.

 
“Se adaptan los contenidos a medida que los chicos van haciendo su trayectoria por la escuela primaria. A veces -aclaró- esto se hace con el auxilio de las maestras orientadoras e integradoras, otras, con las escuelas que ya integraron, y también el SAIES colabora. Es decir, se hace un proyecto integral”.
“En Gualeguaychú la mayoría de las escuelas públicas tienen chicos incluidos, dependiendo de la matrícula la cantidad de los integrados”, consignó Etchart.
En cuanto a si deben ir con una maestra de apoyo dijo “no, sólo la Asociación Síndrome de Down dispone una docente que no se ocupa del chico sino que atiende al grupo para que la maestra del grado atienda al integrado, de manera de establecer el vínculo con él”.


“En general, los chicos integrados promocionan -consignó- porque se les hace un proyecto educativo individual. Se hace un recorte de contenidos para que siga con su grupo, del que es uno más”. 


La inclusión ha hecho su aporte a la escuela y de esto dio cuenta Etchart cuando dijo “cambiamos en que dejamos de creer que los chicos son todos iguales. Nos formaron para enseñar a un alumno ideal. Al ser todos iguales, daríamos una clase y todos comprenderían de la misma forma. Como si fuera posible meterlos en un molde y sacarlos idénticos. Pero vemos que no es así.”
“Falta cambiar mucho”, asumió, agregando “esto es nuevo y los cambios en la educación son lentos: tengamos en cuenta el tiempo que pasó de la Ley de Sarmiento (la 1420) a la Ley Federal de Educación”.


Los docentes -dijimos- aprendieron que los chicos son sujetos y sus cabecitas ya no es la tabla rasa de la que se hablaba antes, sino que cada uno es único, tiene su historia, sus saberes “y está en nosotros buscar esa riqueza que tienen”, completó. 


“Creo que las próximas promociones de docentes estarán mucho mejor preparadas de lo que estuvimos nosotras al momento de afrontar estos cambios”, señaló esperanzada, porque a pesar de su paso lento, también en la educación los cambios van llegando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario